Haití vive en Guantánamo, Cuba. Proyecto Lakou Iwa

Proyecto Lakou Iwa es una herencia franco-haitiana que vive y crece en la ciudad guantanamera.

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Por: Zulemis Balart Martínez

En la ciudad de Guantánamo, ubicada en el extremo más oriental de Cuba, surge desde 1960 el Proyecto sociocultural Lakou Iwa, fundado por  haitianos y descendientes asentados en el barrio noroeste de la ciudad. A raíz de esta culturización con cientos de aňos de sacrificios, por ser las comunidades franco-haitianas una raza subestimada en muchos aspectos de sus vidas, aun prevalece su esencia étnica que aprendieron desde sus antepasados.

El Hougan Francisco Díaz y su esposa Martha. 

Líderes del Patio Lakou Iwa

El Hougan o sacerdote, Francisco Díaz es el principal líder de Lakou Iwa, junto a su esposa Martha Leval, ambos descendientes de primera generación de haitianos que llegaron a Cuba como braceros (cortadores de caňa).

El patio Lakou Iwa y poblados de Yateras, municipio en la provincia Guantánamo, Cuba, deviene en foco cultural visitado por cubanos y extranjeros; se desarrollan diversas actividades para rescatar la fascinante tradición franco-haitiana arraigada en esas familias que preservan la artesanía, el idioma Kreyol, estilos culinarios, la música, la danza y la religión.

También el proyecto Lakou Iwa incluye un recorrido por distintas instituciones danzarias de la ciudad guantanamera, municipios aledaňos hasta la costa sur de la provincia, donde los visitantes disfrutan de la gama hispano-caribeňa cultivados en estas regiones de la isla cubana.

En el municipio Imías,  al sur de Guantánamo, en la costa semidesértica, única del país y del mar caribe, ameniza el grupo músico-danzario Nengón de Imías con platos típicos de la zona y bebidas tradicionales.

El arribo de migrantes franco-haitianos en Cuba fue entre 1915 – 1934 en busca de mejorías sociales y económicas, los cuales se asentaron principalmente en la región oriental del país en  campos de caňas, donde surgen los llamados braceros (cortadores de caňas) y cafetales, fundados en su mayoría por franceses.

La provincia y ciudad de Guantánamo convergen  la comunidad franco-haitiana y descendientes, creando una identidad única del país en cuanto a ritmos, danzas, gastronomía y tradiciones. Portadores de una potente tradición que enriquece durante aňos el mestizaje cultural guantanamero.

Lolita Casimir, emigrante haitiana fundadora del grupo folclórico danzario LoCossiá

Dentro del legado danzario en la ciudad se encuentran  grupos de bailes haitianos como: Lo Cossiá, La Tumba Francesa Pompadour, Assossyé, siendo fieles a los cantos, bailes y rituales de sus ancestros.

Como ritmo auténtico está el Changüí, declarado Patrimonio musical de Cuba. Hoy cuenta con sus grupos y figuras representativas en la provincia, ya que al principio era una música marginada. El pueblo guantanamero disfruta en su cede La Casa del Changüí. Para la difusión y continuidad a este ritmo,  se programan eventos nacionales e internacionales de competencias entre músicos y bailadores, así como espacios en homenaje a sus cultores para que las nuevas generaciones sigan en creación del  legado que identifica esta gran provincia.

En la gastronomía encontramos exquisitos platos típicos haitianos, que forman parte de la sazón cotidiana de los cubanos, así como condimentos y formas de coción, entre los que tenemos el pimiento, el ocre, el arroz con frijoles, la harina de maíz, sopas de calabaza, cerdo y plátano frito, entre otros.

La religión vodú forma parte del sincretismo en Cuba, donde se realizan misas espirituales a las deidades africanas, familiares fallecidos y ancestros, vinculados con el cristianismo y la religión católica.

Artesanía franco-haitiana y familia de descendientes

Casa del Changüí Chito Latamblé realiza diversas actividades y festivales internacioneles

Referencia

• Asociación Haitiana-Guantánamo.facebook.com
• La Escena en Guantánamo2.wordpress.com/ Camino de tradición

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Raíces de los Bailes Franco-Haitianos

                              

Por: Zulemis Balart Martínez 

 Las costumbres y tradiciones haitianas datan desde sus primeros habitantes que procedían de grupos mayas-quichés, la colonización europea de espaňoles y todas las provincias francesas asentados al principio del siglo XVIII en el antiguo Santo Domingo, que repoblaron a través de la trata de esclavos africanos de múltiples orígenes. 

De esta mezcla nacen las costumbres y tradiciones franco-haitianas que hoy están vigentes. Haití entre sus tradicones más autóctonas están las danzas y bailes que representan la resilencia, creencia, espiritualidad e identidad de sus pobladores actuales. Estos bailes, cargados de emociones, reflejan las alegrías, las tristezas, sus ceremonias religiosas, su cotidiano vivir, cargados de intensidad y expresividad. 

Entre las danzas más destacadas encontramos el Merengue, el Ra-Ra o Gagá, el Kreyol, el Yanvalou, el Raboday entre otros. El Kreyol es el idioma que se utiliza en los cantos y letras que que acompaňan a los bailes, aunque la ritmica es africana, se combinan con melodias europeas. 

Los instrumentos de percusión juegan un papel fundamental en las expresiones danzarias, acompaňados de trompetas, campanas; maracas y guayos de origen aborigen. 

Los trajes son de vivos colores, llenos de lentejuelas, accesorios, coronas y máscaras que refuerzan la conexión con los dioses del vudú en las ceremonias y bailes festivos. Bailes más Representativos en la Cultura Haitiana. 

                                                                   

                                                                      

El Merengue es el baile nacional de Haití, nace de la Contradanza europea y ritmos africanos

La gama de los bailes haitianos varia según la región y clases sociales, desde los bateyes hasta los bailes de salón, más las influencias afro-caribeňas ancestrales, arraigadas en su cultura. 

 El Merengue es el baile nacional de Haití. Se inspiró en la Contradanza europea de franceses y espaňoles, donde se combinan elementos europeos con ritmos y movimientos africanos. 

Es un baile de pasos básicos sencillos y elegante de salón: en pareja los bailadores se deslizan en figuras y líneas en contacto visual intenso se deslizan los pies, realizando movimiento de caderas sincronizados a ritmo rápido. 

Ra-Rá o Gagá son danzas callejeras de herencias tainas, adaptas por los esclavos africanos en la Cuaresma

Ra-Ra o Gagá, es una herencia taina, ligado a los equinoccio de primavera por los mayas de la Península de Yucatán. Este fue adaptado por los esclavos africanos y desde la esclavitud es un baile callejero que tiene sus raíces en la Cuaresma cristiana.

Surgió en los bateyes y campos de caňa paganos-religiosos. Se comienza el Miércoles de Ceniza. Las bandas y bailarines pelegrinan por los caminos hasta el fin de Semana Santa.

En la procesión los músicos tocan trompetas, campanas de metal, tambores, algunos instrumentos taínos, como maracas, guiros, el Kaolín (instrumento rústico de cuerda) y el Vaskín ( instrumento de viento y percusión, elaborado de bambú en varias longitudes.

Los intérpretes golpean con palo, mientras soplan aire a través de ellos).

Los temas principales en estas procesiones son la espiritualidad, la historia y comentarios sociales. El hougán (sacerdote vudú), invoca a los espíritus para que protejan a las bandas Ra-Rá en las travesías.

En los bailes Ra-Rá o Gagá se mide la destreza y habilidades de los bailarines, utilizando juegos de machetes, fuegos y batutas. Levantan con sus dientes una mesa con mantel blanco, banderas, vasos con agua y velas.

El baile se enfatiza en los movimientos de caderas y los pies planos, vestidos de trajes con múltiples colores de lentejuelas y el giro de los bastones se remonta de África occidental, invocando a los espíritus de protección y cantando canciones de sátiras políticas.

Yanvalou es la danza de las ceremonias y ritos vudú

El Yanvalou es basado en los rituales Vudú, con movimientos lentos e hipnóticos de conexión con las deidades espirituales ancestrales en ritos y ceremonias.

Los cantos y los tambores son la expresión de la espiritualidad en la cultura e historia haitiana, en la cual los bailarines conectan con sus antepasados y la naturaleza.

Los trajes típicos en la danza del Yanvalou son amplios y de colores vibrantes: el rojo, el azul, el amarillo y el verde, simbolizando la energía de los Loas (dioses vudú), los cuales permiten los movimientos ondulantes y lentos del baile. Como refuerzo con la conexión de los dioses, se decoran con muchos brillos, llenos de collares, coronas, máscaras, etc.

El Kreyol son bailes festivos de alegría y celebración entre los cuales se encuentran el Compás, el Parigol, Congo, Mayi y Petro. Son bailes jocosos, destacando la idiosincracia e identidad haitiana en las fiestas populares. De estilo dinámico, movimientos rápidos con interacción de parejas.

El Roboday es una danza de rebeldía y resistencia contra la opresión desde la esclavitud, prohibida por la iglesia debido a su sensualidad y asociación con rituales vudú.

Es un baile donde las parejas se dejan llevar por el ritmo, la música, ejecutando movimientos de caderas y pies conectando con la percusión, desbordando pasión y vitalidad.

Roboday es el espírtu libre - rebelde de los haitianos que celebran la libertad y autodeterminación.  

Las Danzas haitianas son patrimonio vivo del Caribe

Referencia

• Haití: música y danza.
• Danza tradicional haitiana una Oda a la cultura y raíces de Haití.
• Ecured: La Ra-Rá – Festival haitiano
• Wikipedia. Cultura de Haití
• Blog: La Escena en Guantánamo. El Gagá

La Fiesta de San Joaquín

Por: Zulemis Balart Martínez

Los carnaveles de Guantánamo 

El carnaval de Guantánamo es única fiesta de razas, donde los credos y los estatus sociales son olvidados, cuando la multitud se deja llevar por la euforia de los tambores, las cornetas chinas y la estridencia de los ritmos que se apoderan de la gente. 

Las Fiestas de San Joaquín 

San Joaquín, el santo patrón del carnaval, se celebra el 16 de agosto y sus celebraciones arraigaron la tradición de la cultura en la ciudad de Guantánamo, el oriente de Cuba, antes del 1900. 

Según la iglesia católica y la ortodoxa, San Joaquín fue el padre de la Virgen María, es conocido como el santo patrón de numeroso pueblos en América Latina, España y las Filipinas. En Cuba lo es de algunos poblados en el oriente del país y de la ciudad de Guantánamo. 

Al parecer San Joaquín era un cura que le gustaba la música, la fiesta y el carnaval. 

Primeros Auges del Carnaval 

Con el crecimiento urbanístico de la Villa y el esparcimeinto de los diferentes grupos étnicos (catalanes, franceses, haitianos, chinos, africanos), se incrementaron las actividades festivas en el que participaban los habitantes, pero siempre fueron organizadas por el gobierno local, constituido por la alcaldía municipal y los efectivos de la iglesia católica, quienes exigían a los colonos y comerciantes garantizar las indumentarias para la mejor lucidez de esta actividad.  

Se celebraban cuatro jornadas carnavalescas, en los meses junio, julio y la última en el mes de agosto. Todas ellas dedicadas a conmemorar efemérides de Santos Patronales. 

El repertorio musical de estas fiestas era totalmente instrumental, preferentemente europeo: Vals, Rigodó, Polkas, Paso Doble, Mazurca, Sinfonía, Ópera y como música cubana danzones. 

Los bailables se efectuaban en sociedades de clase, hermandades, cabildos y en casa de personalidades. 

Luego comenzaron a desarrollarse bailables de mestizos, donde intervinieron orquestas y la música más aceptada fue el danzón, lo que evidencia el gusto estético por la música cubana. 

Las fiestas carnavalescas en Guantánamo toman un nuevo giro con la penetración norteamericana y sus influencias enla cultura local. En los carnavales de 1909 y 1910, se nota el auge trovadoresco donde se organiza una parranda por José Benito Odio y Leopoldo Rubalcaba. 

Los instrumentos fueron: guitarras, claves y bongoes. El vestuario: trajes blancos, zapatos negros y un sombrero punzo, esta agrupación primero se llamó “Castor Rojo” y luego 1914 “La Bata Lunar”. 

En 1920 tomaron diferentes elementos y tradiciones de los carnavales de Santiago de Cuba y otras regiones y del mundo elementos coreográficos en los bailes, la música y el vestuario, de ese modo creció el nivel de sonoridad y calidad, logrando mayor ritmo. La mayoría de las agrupaciones de esa época están impregnadas de la mezcla de aquellos tiempos. 

En los 1930, aparece la radio y los carnavales sufren cambios que proporcionó a los kioskos mayor atracción de público, por la difusión de las melodías de la época. 

Gran influencia fue el grupo cultural “El Mamoncillo”, alrededor de una mata de mamoncillo se reunían gran cantidad de jóvenes que improvisaban changüí, rumba y bembé. De ahí sale la comparsa “La Arrolladora”. 

En 1950 se unen todas las etnias y se instaura por primevez la selección de la estrella del carnaval. 

En 1952 la Sociedad del Algarrobo presentó y ganó como reina del carnaval a la señorita Elia Córdova, de procedencia social campesina, lo que trajo inconformidad en la aristocracia y constituyó una derrota para las sociedades racistas. 

Las Comparsas 

Mulatos y negros fundaron en 1870 las primeras comparsas y congas, como “LaTajona”, “La Carabalí”, “La Má Teodora” y “El Montón Polo” (cierre del carnaval: las congas y comparsas se mezclan entre si recorriendo la ciudad) pertenecientes a la Sociedad Tumba Francesa, sus toques se mantienen hasta nuestros días. 

Luis Felipe Tito Reyes, en 1930, creó y fundó los paseos de nuevo tipo, introdujo por primera vez los llamados bailes de cuadros, adaptando coreografías tomado de los distintos filmes americanos de ese momento, destacandose los paseos con las comparsas “Los Chachopions de Brodway”, “El Maracaso”, “El Eden”, “Cubanola”. Los más conocidos fueron “Los Cadetes”, auspiciados por la industria “Cuan y Gonzáles”, fabricantes del chocolate Anacaona. 

En los años 1940 por la ampliación de la Base Naval, provocó gran afluencia de personas al territorio en busca de empleo, eso influyó en que la cultura y costumbre guantanamera fuera más cosmopolita. 

Se incrementaron comparsas con sus encantos en coreografías, vestuarios, música y bailables como: “Los Chicos Buenos” (Sociedad Siglo XX), “Los Rojos” (Barrio La Caoba), “María Moñito” (El Algarrobo, primera sociedad de negros y mulatos humildes, antirracistas y progresistas), “La Comparsa de Negro Fino”, “La Comparsa de Arquímides”, “La Arroyadora” (Loma del Chivo), “El Paseo de los Chinos” (Los chinos fueron los que intodujeron los fuegos artificiales y las luces de bengalas al carnaval de Guantánamo), “Shirley Temple” (Barrio Sur), “Las Marquesitas”, “Los Mexicanos” (Barrio Norte),etc.. 

Aparecen los personajes, los muñecones, la Muerte en Cuero, el caballito, el Doctor Chiringa, los diablitos, los caperos, la Banda de los Perros (cada uno de los miembros toca un instrumento de viento o percusión completamente polifónico, para provocar un gran ruido musical, la armonía de un desacople). 

Tras el triunfo de la Revolución se integran a esta tradición estudiantes y trabajadores de la nueva era. 

La muerte en cuero, carnavales de Guantánamo

Desarrollo del Carnaval 

Cada año se elige un tema de Carnaval donde se premia un tema musical y un cartel. 

Durante el carnaval se concibe un amplio programa de actividades recreativas, también venta de bebidas y comidas criollas: el cerdo asado y frito, tamales de maíz, chicharritas de plátano, yuca con mojo, el aguardiente de caña, cerveza, refrescos y jugo de frutas naturales. 

Como parte de la alegría del carnaval está el carro parlante, conocido como “La Salá”, que recorre las áreas y calles a una marcha de 20 Km/h, permitiendo arrollar, cantar y realizar improvisaciones al ritmo de la música. 

En la década del 90 sufren cambios los festejos y con ellos las tradiciones de las comparsas y paseos, perdiendo brillo y color, por falta de los recursos. A partir del 2000, aparecen algunas mejorías en las tradiciones de las fiestas, ahora se trata de rescatar el colorido y belleza de las ropas, carrozas y pendones. 

El canaval de Guantánamo fue declarado por la UNESCO Patrimonio Cultural Inmaterial, por ser una actividad colectiva de tipo familiar, vecinal y social en general, que la población participante organiza y prepara su propio disfrute. 

El Instituto Cubano de Investigación Juan Marinello otorgó, en octubre 2012, el Premio Memoria Viva, por la constancia, la entrega y permanencia de sus cultores populares y comunidades.  

El carnaval guantanamero mantiene todavía la percusión tonante de sus tambores, la criolla ritmica, el furor del baile, los coros y cantos de los congueros, donde se mezcla el mestizaje, el sincretismo criollo y lo típico de los guantanameros. 

Capero

Carroza carnavalesca

     Referencia

• Periódico de Guantánamo. San Joaquín 
• San Joaquín/ Tan Grande como Cuba. 
• San Joaquín Patrono del Carnaval Guantanamero. Ramón Gómez Blanco. 
• Revista San Joaquín 2017.